sábado, 18 de enero de 2020

Segundas partes nunca fueron buenas. Hablemos de Madoka Magica

En ocasiones cometemos errores tan tontos que, el simple hecho de pararte a pensar en ellos y analizarlos, da como resultado textos que solo citan obviedades necesarias. Si esto es valioso o no, ya no me corresponde a mi juzgarlo, así que sin más preámbulos hablemos sobre las segundas partes.

"Segundas partes nunca fueron buenas". Esta frase la escuché en una canción de Jonko y por alguna de éstas se me quedó grabada en la cabeza. Aunque cliché, como siempre digo, cuando algo se vuelve costumbre es porque esconda cierta verdad. No es una relación directa, "las rubias son tontas" es una premisa que, no hace demasiados años, se utilizaba como base para chistes triviales, y ello no escondía ninguna verdad, al menos no una aparente sustraída directamente del enunciado, sino que anunciaba que había algo más profundo de lo que debíamos de deshacernos y poner en debate.
Por eso me interesa genuinamente que una segunda parte de una obra de arte no pueda ser buena, esto no es verdad ni merece la pena detenerse demasiado en ello, pero esconde otra verdad no enunciada que sí me interesa.
El descontento que se produce por el cambio me interesa, para no extenderme en una explicación infinita, pondré como ejemplo Final Fantasy, una saga de juegos legendaria que, con el paso del tiempo, ha ido cosechando desengaños y frustración. La respuesta a por qué ocurre esto es muy sencilla, mientras los jugadores seguimos percibiendo Final Fantasy como un ente propio, como una suerte de consecuencia natural a que un grupo se ponga a desarrollar un videojuego y le añada al título "Final Fantasy", lo cierto es que, como cualquier obra conjunta, ésta se debe a las bondades y defectos de todos y cada uno de sus participantes. Obviamente depende de jerarquías, pero en mayor o menor proporción, todos aportan el granito al conjunto.

Con todo esto lo que he querido decir es que cuando buscamos en la nueva entrega de "Zelda" o "Final Fantasy" o "X", las virtudes de las primeras obras, lo que primero debemos preguntarnos es si participan en estas nuevas entregas las mismas personas que la crearon. Si la respuesta es negativa, tenemos todo el derecho a decepcionarnos pero, por mucho que pataleemos, corre todo a nuestra cuenta.
Y no os confundáis, no estoy recriminando nada. Cuando escucho "Zelda", por ejemplo, todas mis células se activan esperando encontrar una banda sonora imposible, y al encontrarme "Breath of the Wild", que siendo un videojuego imposible, la música ni se aproxima a la calidad de los 3D como Majora's Mask u Ocarina of time. El problema no es del público, el público espera recibir lo que le es prometido y la tarea de investigación de averiguar el staff del videojuego, sencillamente no le corresponde.

Con todo este planteamiento quiero decir que la última temporada de Madoka Magica "Magia Record: Mahou Shoujo Madoka☆Magica Gaiden", es simple y llanamente una tremenda mierda. No por nada, en la obra original participaron Shinbo y Urobuchi, dos genios incomparables. Esta temporada, sin embargo, es una adaptación de un videojuego que es una adaptación del anime original que, esta vez, es dirigido por el diseñador de personajes de..., para, a nadie le importa esta historia como a nadie le debería importar este anime. Breath of the Wild, duele en el corazón, pero bien. Este monstruo ininteligible de Madoka Magica duele en el corazón, pero mal.

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